
Gardner
no duda que las competencias pictóricas y la consiguiente capacidad de
reproducir o crear imágenes mediantes trazos o colores sean inherentes al ser
humano y que se muestre particularmente alta en pocas personas, pero no afirma
que esa posibilidad caracterice una inteligencia.
Gardner
analiza con detalle el talento de Picasso y le destaca como verdadero ejemplo característico
de la inteligencia espacial, cinestésica – corporal e interpersonal.
Para Nilson Machado la extrema competencia pictórica es una inteligencia.
Para
Gardner es el flujo de tres inteligencias actuando de modo simultáneo.
La percepción
de la inteligencia (?) pictórica se identifica por la capacidad de expresión
mediante el trazo, por la sensibilidad para dar movimiento belleza y expresión
a dibujos y pinturas, por la autonomía para organizar los colores de la
naturaleza y traducirlos en una representación, ya sea mediante la pintura clásica
o mediante el diseño publicitario.
El
aprendizaje es un proceso autónomo que se subordina a imágenes, creencias y
conocimientos registrados en el cerebro de quien lo recibe, que de ese modo,
reproduce de manera literal lo que dijo el profesor, e identifica de alguna
manera el aprendizaje significativo.
Vista
como forma de lenguaje, esta inteligencia se relaciona con la inteligencia Lingüística,
espacial, musical e incluso otras.
Las
experiencias que pretende integrar la comunicación gráfica con la expresión verbal
o sonora se traduce generalmente en sugestivos descubrimientos pedagógicos

¿No puedes poner que tu fuente para esta información es un texto de Celso A. Antunes?
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